El BIsD, que llevará a cabo el proyecto a través de su filial del sector privado, la Corporación Islámica para el Desarrollo del Sector Privado (ICD), desea mejorar la gestión de la liquidez de las instituciones financieras islámicas y aumentar la eficiencia general.

La institución firmó un acuerdo con iFinTech Solutions, con sede en Túnez, un organismo especializado que se describe a sí mismo como una «empresa de asesoramiento de inversiones centrada en soluciones financieras alternativas basadas en principios islámicos».

El ímpetu detrás del uso de la blockchain para la iniciativa radica en la relativa desventaja que tienen los bancos islámicos en el escenario mundial, con las instituciones restringidas a las opciones de financiamiento proporcionadas por los bancos centrales internacionales, señaló Reuters el 3 de diciembre.

Ayman Sejiny, director ejecutivo de ICD, agregó en el comunicado de prensa:

«La TI siempre desempeñará un papel importante para el sistema financiero. Continuaremos con nuestra estrategia de orientación al servicio y ayudaremos a nuestros socios con soluciones de tecnología financiera innovadoras que cumplan con la Sharia».

Arabia Saudita ha copiado tradicionalmente muchas otras jurisdicciones al mantener una postura oficial de aversión al riesgo sobre las criptomonedas mientras defiende la blockchain.

En septiembre, el país vio a su primer banco unirse a la plataforma Corda del consorcio de blockchain R3, un mes después de que los reguladores instaran a los consumidores a no operarcon criptoactivos.

El debate sobre la compatibilidad de la industria con el Islam también continúa, ya que Turquíaadoptó una postura conservadora que, como informó Cointelegraph, resultó ser especialmente impopular en una mezquita del Reino Unido.

La semana pasada, un banco con sede en Abu Dhabi también anunció que había completado la «primera» transacción de sukuk (un instrumento legal también conocido como bonos «compatibles con la sharia») con blockchain.